El 1 de Abril se estrena en cines Altamira, película dirigida por Hugh Hudson (Carros de fuego) y protagonizada por Antonio Banderas que encarna a Marcelino Sanz de Sautuola, explorador español descubridor de las cuevas de Altamira (Santillana del mar; Cantabria).
Retratando el mundo de las humanidades de finales del siglo XIX, la película narra el descubrimiento de las cuevas de Altamira en 1879 y la lucha de Sautuola por el reconocimiento científico de su hallazgo y la importancia del mismo. Altamira no sería considerada como uno de los puntos más relevantes del arte Solutrense y Magdaleniense (entre otros, las pinturas pertenecen a diferentes épocas) hasta 1895, cuando Émile Cartailhac (principal detractor de las tesis de Sautuola), publica «La cueva de Altamira. Mea culpa de un escéptico» tras descubrirse pinturas similares en Francia (La Mouthe, por ejemplo). En este proceso de cambio en la mentalidad de la comunidad científica tuvo vital importancia la figura de Henri Breuil, infatigable estudioso del arte parietal al que normalmente se podía encontrar junto a cualquier descubrimiento de relevancia en la península ibérica y sur de Francia. Breuil sería el primero en estudiar las cuevas magdalenienses de Lascaux (Dordoña, sur de Francia) en 1940.
No estamos ante una película sobre la vida en el Magdaleniense sino que las pinturas nos sirven de marco para conocer el ámbito científico del XIX y las dificultades tanto sociales y de mentalidad como de debate intenso y agrio de la comunidad científica de la época, que llevó a que Sautuola en el momento de su muerte en 1888, aun fuese considerado en el mejor de los casos un ingenuo y en el peor, un estafador.
Saber más:
