Damnatio memoriae

junio 23, 2015 Escrito por: Tablilla de Cera - 3 comentarios

La damnatio memoriae, el daño a la memoria si hacemos una traducción literal, era una herramienta de poder usada con frecuencia en la antigüedad de la cual podemos encontrar numerosos paralelismos en la actualidad.

-Tumba de Djehuty con muestras de mamnatio memoriae-  De ‘Proyecto Djehuty’, proyecto arqueológico en las tumbas de Djehuty y Hery en Luxor.

Esta condena a la memoria se caracterizaba por ser ejecutada por el Estado, por lo que el acto tenía carácter de ley para todos los ciudadanos y tenía como fin castigar de forma póstuma el recuerdo y las acciones de un individuo que había caído en desgracia a ojos del Estado, ya fuese por acciones contrarias al Estado, por su crueldad o por atentar contra la tradición y la moral

Hoy en día, la damnatio memoriae puede sonarnos ridícula e incluso cobarde porque a fin de cuentas si se trata de castigar a alguien tras su muerte, ¿qué importancia tiene?. Sin embargo, si profundizamos en el acto observamos la razón:

Para Egipto, un país gobernado por un poder teocrático y siempre ligado a las potencias creadoras, a los dioses, al misticismo y la magia, la era un castigo terrible ya que al borrar el nombre de una persona, se eliminaba su existencia entera; esa persona nunca había existido, con ello se borraba su Ka (fuerza vital), su Ba (fuerza espiritual tras su muerte) y su Akh (la gloria, la luz del individuo), las tres partes del ser humano. En una sociedad como la Egipcia, donde sólo una pequeñísima parte de la sociedad sabía escribir (ni siquiera los faraones), no nos debe extrañar que un nombre inscrito en una pared contuviese parte del “ser” de una persona (Ka, Ba y Akh ya mencionados) y que mientras se mantuviese escrito, parte de él seguía existiendo. Al hablar de Egipto debo hacer un inciso: evito a propósito usar la palabra “alma” porque es un concepto puramente cristiano que no existe en esta época, pero en otros lugares podéis encontrar el Ka, Ba y Akh asimilados a nuestro concepto de alma. Es similar y algún día trataremos este tema, pero no es lo mismo.

En este Egipto de los faraones el personaje más conocido condenado a la damnatio tras su muerte es el Rey Amenofis IV (Akhenatón), que lleva a cabo una reforma religiosa para dar preeminencia al sincretismo religioso que da lugar al dios Atón: se reconocen todos los dioses pero se le da un carácter único y principal a Atón por lo que no podemos señalar a Akhenatón como monoteísta, como entendemos comúnmente, sino henoteísta (la superioridad de una deidad sobre las demás). Este monarca, que curiosamente impuso la damnatio memoriae sobre algunas deidades borrando sus nombres en determinados lugares, se gano el odio de la importante casta sacerdotal al nombrarse representante de Atón en Egipto con lo que pasaba por encima de los sacerdotes y se convertía en intermediario entre el dios y los egipcios. Años después de su muerte y con el final de la Dinastía XVIII, los primeros reyes de la Dinastía XIX condenarían a Akhenatón al olvido eterno al borrar su nombre de documentos y monumentos

Pero los reyes no fueron los únicos que sufrieron esta condena, desde hace algunos años y gracias al equipo del profesor Galán que se encuentra en proceso de excavación de su tumba, también conocemos el caso de Djehuti, un alto funcionario del Reino Nuevo al que se le impuso la condena de la memoria.

-As provincial (Bílbilis; Hispania Tarraconense) de época de Tiberio- De Classical Numismatic Group, Inc. a través de wikipedia.pt

En Roma, la damnatio no tienen tantas connotaciones mágico-simbólicas pero es un instrumento del poder usado asiduamente, sobretodo en época imperial por medio del Senado, donde sólo entre los emperadores contamos con 30 condenados a la damnatio. Entre ellos podemos destacar a Calígula, Domiciano, Alejandro Severo, Diocleciano y Majencio. Y al igual que en Egipto, no sólo los princeps de Roma; también el famoso prefecto del pretorio Lucio Elio Sejano fue condenado a la damnatio cuando perdió el apoyo del emperador Tiberio. Su nombre fue borrado de las estatuas y los archivos, y las monedas en las que aparecía fueron retiradas de circulación. En esta moneda podemos observar como el nombre del prefecto aparece borrado.

La práctica de damnatio memoriae ha continuado a lo largo de los siglos hasta nuestros días, aunque lejos de ese simbolismo mágico-religioso y con un tono más arbitrario, sin la legalidad que caracterizaba al mundo romano. Ya sea el derribo de las estatuas y monumentos de reyes que pierden la guerra, ya sea por la quema de textos de aquellas manifestaciones religiosas y sociales que caen en desgracia. Según aparecen nuevas formas de representación como la fotografía en el siglo XIX, aparecen nuevas formas de damnatio: tenemos el ejemplo en algunas fotografías del periodo de entreguerras y II guerra mundial, como por ejemplo la conocida fotografía donde Stalin elimina de la misma a su persona de confianza, el comisario político Nikolái Yezhov, al caer en desgracia.

Teniendo estos datos en cuenta cabe preguntarse: ¿era la damnatio memoriae realmente efectiva? pues evidentemente no del todo, porque acabamos de nombrar a varios condenados que de haber sido efectiva no deberíamos de conocer. En el caso de Djehuti, por ejemplo, el equipo del Proyecto Djehuti ha encontrado borrado su nombre en la entrada a su tumba pero sin embargo en su capilla mortuoria, calificada por el profesor José Manuel Galán como «la capilla sixtina de Egipto», aparecen sus nombres con claridad junto con los de su madre y padre. En los casos romanos, a pesar de la práctica de cambiar la cabeza de algunas estatuas (y no necesariamente por una damnatio), nos quedan numerosos testimonios de los condenados a esta practica, generalmente de la mano de historiadores como Dión Casio o Suetonio.

Para reflexionar:

  1. ¿Qué otros ejemplos de condenados al daño a la memoria conoces?
  2. ¿Bajo qué forma existe damnatio memoriae en nuestros días?
  3. ¿Cual es el último ejemplo que recuerdas?
  4. ¿Es posible que la condena a la memoria de un personaje choque frontalmente con la conservación del patrimonio?, ¿conoces ejemplos?
  5. ¿Debe aplicarse este castigo a un personaje socialmente malvado bajo cualquier circunstancia?, ¿es efectiva en nuestros días?
  6. ¿Cómo afecta la damnatio al conocimiento del pasado?
  7. ¿Pervive la importancia mágico-simbólica de las palabras en algún tipo de ritual actual?
  8. Cabe reflexionar sobre la importancia de las palabras, del uso de las mismas o de las palabras que se escogen en cualquier texto, como elemento de poder en cualquier sociedad humana. Como cambia un texto según se usa una palabra u otra.

Para saber más: