Descifrando epígrafes romanos IX: Plebeyos.

agosto 30, 2019 Escrito por: Tablilla De Cera - No hay comentarios

Una característica común a practicamente todos los periodos históricos en cuanto a las prácticas funerarias y que compartimos aún hoy en día, es el hecho de que el enterramiento requiera un desembolso económico extra. En esta novena entrega de nuestros artículos dedicados a epigrafía romana veremos como el mundo romano no escapa de este problema. Vimos un avance en la anterior entrega sobre esclavos pero en esta nueva sesión observaremos la simpleza de una estelas funerarias dedicadas a plebeyos y libertos de baja condición social y nos alejaremos de la majestuosidad o incluso los versos y relieves que hemos visto en capítulos anteriores.

Lucio Anicio, simple plebeyo.
L(ucius) Anici(us) L(uci) f(ilius)
Lucio Anicio, hijo de Lucio
-Ficha del epígrafe: EDR074885 –

Estamos ante un cipo funerario, un trozo de columna que se usaba para marcar enterramientos como es el caso o que contenía una pequeña cavidad donde se guardaba la urna cineraria en caso de incineración. Estos cipos tienen un origen común con el ámbito agrario y la delimitación de lindes o fronteras, señalan un hito sobre el terreno, en este caso un enterramiento, y su uso se encuentra en varios pueblos prerromanos del mediterráneo como los etruscos. En este caso estamos en la necrópolis romana de Cerveteri, en torno al siglo II a.C., lo que nos daría a pensar en un uso tradicional (Cerveteri tiene su origen en el mundo etrusco) en los enterramientos de las clase sociales con menos recursos. Observamos que el trazo del lapicída al inscribir las letras es muy bueno pero la inscripcón es muy sencilla.

En ella tenemos a nuestro protagonista, Lucio Anicio, cuyo único rasgo identificable es la filiación con su padre compartiendo praenomen (Lucio). No podemos asegurar más, ni siquiera su ciudadanía. Por un lado la cercanía de Cerveteri con Roma nos podría hacer pensar en un ciudadano romano pero por otro lado, su datación imprecisa en el siglo II a.C. nos hace recordar que a comienzos del I a.C. tenemos la guerra social (90-88 a.C.), donde los aliados de la Roma del Lacio se rebelan exigiendo principalmente la ciudadanía, conflicto al que se unen las poblaciones de la vieja etruria. En el primero de nuestros artículos sobre epigrafía romana (La Tablilla de Cera: Descifrando epígrafes romanos I: Estatus socio-jurídico.) indicamos un tercer factor a tener en cuenta: el tría nómina del ciudadano romano se reserva para las clases altas hasta practicamente finales del II a.C., momento en el que comenzará a extenderse también entre las clases bajas. Siendo una tumba del II a.C. podríamos estar ante un ciudadano con dua nómina.

Un hijo sin nombre
Filius
familae
Salvius
Hijo
de la familia
Salvio
-Ficha del epígrafe: EDR001663-

Una estela en una de las vías de entrada a Roma nos indica el fallecimiento de un hijo al que no llegaron a poner nombre. La filiación se hace mediante la gens, la familia, correspondiente al nomen Salvius. Ni siquiera tenemos el praenomen del padre. Especulamos pues, que el hijo no llegó a ser reconocido por el pater familias (normalmente el padre) y que pudo morir en el parto o en los días inmediatamente posteriores. Debemos tener presente que en la mayoría de las culturas antiguas y medievales, los recién nacidos no son necesariamente considerados personas e incluso no tienen porqué ser enterrados junto al resto de fallecidos, es necesario un rito y unos requisitos (en los casos, a nuestros ojos, más extremos, requisitos físicos). En el caso del rito romano, la ceremonia de reconocimiento de un recién nacido se denomina sublatus: el pater familias, mediante el gesto de tomar al niño y alzarlo, aceptaba al recién nacido como miembro pleno de la gens. Este ceremonial antiguo a finales del II a.C. y comienzos del I a.C. (cronología que se da para esta estela) era ya algo casi automático pero en tiempos anteriores el bebé se exponía al examen del pater familias, que podía rechazarlo por motivos diversos como infidelidad de la madre o incluso defectos físicos de la criatura. Resulta aquí curioso como al hijo fallecido, a pesar de no habersele sido otorgado un nombre, su familia le dedica una pequeña y sencilla estela en el lugar donde ha sido enterrado.

Marco de la tribu Falerna y su liberta.
M(arco) Orfio M(arci) f(ilio) Fal(erna).
Rufa Dianaes
l(iberta) sibì et coniugi
suuo fecit.
Marco Orfio, hijo de Marco, de la tribu Falerna.
Rufa Diana
liberta, hizo [la estela] para si misma y para su cónyuge.
-Ficha del epígrafe: EDR005387-

En un caso similar al de nuestro primer protagonista, Marco Orfio nos presenta su estela -de la que solo conservamos la mitad-, datada en la primera mitad del siglo I a.C., en la zona de Capua. En este caso volvemos a tener un caso de dua nomina en una época en la que el tria nómina comienza a extenderse entre las clases plebeyas de la ciudadanía romana. Marco Orfio nos parece un plebeyo por carecer de cognomen pero en este caso sí tenemos la certeza de estar ante una persona con ciudadanía por la mención a la tribu Falerna. Recordamos que la tribu hace mención a cada una de las divisiones de los ciudadanos varones y mayores de edad que permiten votar en los comicios romanos, por tanto la mención de la tribu indica la presencia de un ciudadano romano.

Muy interesante en este caso es la persona que costea la estela, Rufa Diana, que figura con la condición de liberta y nos señala su unión con Marco Orfio señalándolo como cónyuge. Resulta curioso que la unión matrimonial no parece ser la habitual entre un amo y su esclava a la que libera ya que si fuese liberta de Marco debería adquirir el nomen en femenino de su amo y no Rufa. Dado que nuestro interés en estos artículos sobre epigrafía es recrear la vida mediante los epígrafes, podríamos especular con una liberta que obtiene la manumisio de su dominus (de nomen Rufo) por un motivo indeterminado (¿fallecimiento del dominus Rufus, quizás?) y acaba en matrimonio con Marco Orfio. Siendo como fuere, el matrimonio entre libertos y ciudadanos no era una matrimonio teóricamente legal pero ya en época de esta estela (primera mitad del I a.C.) era algo perfectamente común y con las primeras leyes augusteas se termina de derogar este impedimento (salvo para familias senatoriales donde se mantiene prohibición expresa)

Cumpliendo con el testamento
L(ucio) Sempronio Fusco Laetus lib(ertus) h(ic) ex t(estamento)
A Lucio Sempronio Fusco, su liberto Laeto aquí según su testamento.
-Ficha del epígrafe (nº 362)-

De nuevo una estela funeraria muy simple cuyo texto es bastante formal y simple salvo por el caso de las interpunciones en hedera. En este caso el fallecido es Lucio Sempronio Fusco de quien no podemos averiguar nada más. Laeto es el liberto que costea la estela de su antiguo dominus bajo la fórmula «ex testamento», por obligación testamentaria. Laeto sería aquí manumitido por testamento de su dominus al morir pero teniendo la obligación de costear la estela. Siendo así, la estela nos parece un mero trámite ya que no sabemos nada de su protagonista, ni filiación ni tribu y su datación en los siglos I y II de nuestra era, cuando el tria nómina ya es común a clases altas y bajas y tanto a cives como a latii, nos impide decantarnos por un ciudadano romano o por un latino. Sí podemos especular que Laeto pasaría a ser oficialmente Sempronio Laeto o Lucio Sempronio Laeto como liberto de Fusco pero para el trámite testamentario decide incluir únicamente su cognomen originario de esclavo. El único detalle de cierta calidad que encontramos son las hedera, el tipo de interpunción (separación de palabras) más elegante dentro de las estelas funerarias. La hiedra (hedera) está relacionada con el ciclo de la vida, muerte y renacimiento luego es habitual encontrar hedera como una forma de interpunción elegante.

Tracalo, un apodo.
P(ublius) Buxurius, P(ubli) f(ilius),
Truentine(n)s(is), quie(scit),
cui nom(e)n Trachalo
arte tecta. Salve.
Publio Buxurio Truentinensis, hijo de Publio,
(aquí) descansa. Qué fue apodado Tracalo.

Techador. Salve
-Ficha del epígrafe: EDR118114 –

En este último ejemplo tenemos un par de datos curiosos. Por un lado nos indica su profesión, que hemos optado por traducir como techador, un trabajador especializado en construcción de techos, aunque en la base de datos EDR optan por el genérico de arquitecto. Publio Buxurio además tiene un cognomen que nos indica un origen truentinense, de Truenum, una localidad en la costa adriática del Piceno que actualmente se denomina Martinsicuro. Además del cognomen, a Publio Buxurio se le conocía en su zona como Tracalo, un apodo personal que ya nos marca una diferencia respecto al cognomen. Este cognomen geográfico además, nos parece un recuerdo -ya reglado, integrado en el tria-nomina– de la origo que nos aparece en inscripciones de peregrini, por lo que podríamos considerarlo como una muestra de la paulatina normalización de los usos romanos en las regiones cercanas a Roma a finales de la República. Enlazando con este este «recuerdo» y estando a comienzos del siglo I a.C. (100-70 a.C. es la cronología que nos dan para esta estela) cabe mencionar que no sabemos si tenía ciudadanía o era un latii. En estas fechas nos decantamos -especulamos más bien- por un latii, ya que estamos en plena guerra de los socii o seguramente inmediatamente después, donde los picentinos fueron uno de los primeros socii en rebelarse para exigir la ciudadanía y un mejor trato por parte de Roma.

Para reflexionar:
Para esta novena entrega hemos visto una serie de epígrafes basados en las clases bajas del mundo romano, los plebeyos de bajo o medio nivel económico y algún liberto que les acompaña. Observamos aquí la dificultad para rastrear e indagar en la vida de las familias de menor poder económico y social, siendo así que no sabemos si alguno de nuestros protagonistas tenía un nivel más o menos estable como en el caso de Lucio Sempronio Fusco, que pudo costearse un esclavo al que liberó por testamento, Tracalo, un trabajador especializado de una modesta localidad que pudo costear una estela ciertamente decente o la de Marco Orfio y su liberta y esposa Rufa Diana, en comparación con otras como la simpleza de Lucio Anicio o del hijo inominado de la familia Salvio.

La reflexión en este tipo de artículo siempre es la misma: ¿podríamos hacer el mismo ejercicio con epígrafes actuales?.

Para saber más: