Descifrando epígrafes romanos X: Objetos.

febrero 26, 2020 Escrito por: Tablilla De Cera - No hay comentarios

Para nuestra décima sesión de epigrafía romana vamos a salir de nuestras inscripciones habituales, fundamentalmente de carácter funerario sobre piedra, para ver una serie de inscripciones en objetos. Como sabéis todos aquellos que seguís esta serie de artículos sobre epígrafes latinos, nuestra intención no es estudiar epigrafía sino usar los epígrafes, las inscripciones en soporte duro, para reconstruir diferentes aspectos de la sociedad romana, fundamentalmente aquellos que no suelen aparecer en los textos.

En esta ocasión nos preguntamos acerca del sentimiento de posesión de los objetos, de las marcas de propiedad. Para nosotros hay una serie de gestos automáticos que llevamos a cabo en diferentes fases de la vida y que van en línea con lo que tratamos de explicar.

Cuando somos pequeños o mayores, a la hora de ir a la guardería o a un centro de mayores, marcamos las mudas de ropa con el nombre de nuestro hijo o abuelo. Los libros de texto de nuestros años de estudio también se marcan, las agendas en nuestro trabajo… Pero podemos ir más allá puesto que en un taller de reparación, los mecánicos hacen una marca de propiedad a sus herramientas para no confundirlas con las de su compañero y las marcas comerciales ponen su sello.

La pregunta es, ¿podemos reproducir estos gestos de propiedad en el mundo romano? en las siguientes líneas veremos una serie de objetos muy diversos entre si, con textos epigráficos relativos al sentimiento de propiedad.

Varios propietarios. Un único casco.

M(arci) Val(erii) Urs(i) L(uci) Dulci
Mart(ialis?) L(ucius) Postumus
Scr(iboni) Rufi
Ma(rtialis?) Aul(i) Saufei.
**
Lucius Dulcius de la centuria de Marcus Valerius Ursus.
Lucius Postumus de la centuria (de) Marte/marcial.
Rufus de la centuria de Scribonius.
Aulus Saufeius de la centuria (de) Marte/marcial
.
-Ficha de la pieza: British Museum

Este casco legionario en bronce que podemos ver en el British Museum es un modelo Coolus E datado en el siglo I d.C., probablemente coincidente con la invasión de Claudio a Britania. Aunque en esta imagen no aparecen las carrilleras, si se han conservado y se pueden observar en el enlace a la galería online del museo.

Si nos fijamos en la parte inferior, en el dibujo del cubrenucas del casco, es decir la protección que salva el cuello del propietario reflectando el arma enemiga, observaremos una serie de letras punteadas de forma desorganizada en toda la zona. Se trata de los nombres de los propietarios del casco, que por razones que desconocemos pasó por varios propietarios, teniendo por seguro que ninguno de ellos sufrió muerte por causa del casco ya que aún se conserva sin apenas daños.

Sus propietarios fueron Lucio Dulcio, Lucio Póstumo, Rufo y Aulo Saufeio, pero es que además aparecen los nombres de sus centuriones: Marco Valerio Urso, Escribonio y la centuria de Marte.

De la inscripción nos pueden resultar interesantes dos aspectos: Podemos rastrear que el casco pasó por tres centurias (Martialis, Escribonius y Ursus) y que en una ocasión el casco pasó de un milite de la centuria de Martialis a otro compañero cercano de la misma centuria.

Precisamente la forma de referirse a la centuria del propietario nos llama la atención. En la cultura popular -recordemos aquí los cómics de Asterix el galo- el legionario se presenta aludiendo a la «I centuria, del II manípulo de la IV Cohorte, de la IV legión». Si tomamos como referencia las inscripciones del Coolus E del Museo Británico entendemos que esta nomenclatura no resulta cierta: los cuatro milites propietarios indican el nombre de la centuria a la que pertenece el casco únicamente mediante el nombre del centurión, no mediante el numeral (si es que lo había de su centuria o manípulo). Si el casco se perdía o se recuperaba del campo de batalla, podía así entregarse en la centuria del centurión Scribonius, ya que Rufus pertenecía a su centuria y así lo indica en el cubrenucas.

Debemos destacar la mención a la centuria «martialis» que no nos parece la alusión al nombre del centurión sino a un epíteto que habría recibido esa centuria, la centuria de Marte, quizás una unidad de cierta bravura por la alusión al dios de la guerra.

Dolabra de la Legio IIII

LEG(ionis) IIII S(everianae) A(lexandrianae)
F(l)A IV[tachado] V(iae) IIII

***
De la legión IIII Severiana Alejandrina
Flavia IIII (IV tachado)

-Lugar del hallazgo y conservación: Bosque de Harzhorn (Baja Sajonia). Oficina estatal de conservación de Monumentos de la Baja Sajonia.

Continuamos en el mundo militar para indicar la posesión de un objeto que en este caso no es personal sino comunal. Se trata de una dolabra, una herramienta de trabajo básica el mundo militar. La dolabra es una especie de azada o pico con la cual se levantaban los campamentos o las obras de carácter poliorcético. En este caso la pieza de metal fue encontrada en un estado de conservación casi perfecto, a excepción del mango de madera que obviamente el paso del tiempo y el clima han desintegrado. Fue hallada en el bosque de Harzhron en la Baja Sajonia junto con otros restos militares que nos dan cuenta de una escaramuza o pequeña batalla que no aparece en el registro textual de ninguna fuente.

La inscripción es muy interesante ya que es una muestra del sentimiento de propiedad de un objeto de trabajo por parte de una unidad legionaria. Gracias a ello sabemos que esta herramienta perteneció a la Legio IIII Severiana Alexandrianae, una legión que sabemos por otras fuentes que estaba acantonada en Moesia desde los Antoninos y con los Severos, a los que alude la inscripción (de hecho es una de las unidades que aupó a Septimio Severo en el 193 d.C.). Por tanto su teatro de operaciones era el limes germanicus y así la encontramos combatiendo en el corazón de Germania en tiempos de Maximio el Tracio (según datación del objeto).

El nombre de la unidad resulta llamativo ya que el lapicida no solo da la nomenclatura de su tiempo sino que también decide hacer referencia al nombre antiguo (quizás el oficial) de la unidad, ya que la IIII es fundada por Vespasiano en el 70 d.C. (de ahí el apelativo de Flavia) en zona dálmata (IIII Flavia Félix).

En alguna ocasión hemos visto ejemplos del lapicida cometiendo errores y aquí tenemos otro ejemplo curioso. El lapicida confunde el numeral IV con la letra V al escribir «Flavia», así que decide hacer un tachón en mitad de la abreviatura que debía de quedar como FAV (abreviando F-l-AV-ia) y finalmente queda como FAIVV con el IV tachado. Otro detalle es la alusión al numeral 4 mediante ambos sistemas: IIII y IV. En alguna ocasión hemos comentado que las reglas de escritura de los números romanos se estandarizan en la Alta Edad Media con los primeros copistas, en época romana encontramos ambas formas como es el caso o la primacía de una sobre otra según la moda del periodo.

El comitatensis de Maximiano.

Herculiani Auguste
semper vincas
***
Hercules Augusto
Seas siempre victorioso
-Ficha de la pieza: Metropolitan Museum of Art. New york-

El siguiente caso no es una inscripción de propiedad sino honorífica y de prestigio, no obstante nos da pistas sobre su propietario y datación.

Estamos ante una fíbula (un broche) de oro que entra en la tipología de fibulas de ballesta por su forma característica y que ya solo por eso nos sitúa en la Antigüedad tardía. Obviamente falta el alfiler que serviría para enganchar la pieza textil (probablemente algún tipo de manto del periodo).

¿Por qué es importante la inscripción? el apelativo herculi auguste es la clave ya que hace referencia a uno de los dos cuerpos de élite asociados a los tetrarcas (293-324), creados durante la reforma militar de Diocleciano: los Iovani y los Herculani. Se trataba de dos legiones de élite que se asociaban y acompañaban a cada uno de los dos augustos de la Tetraquía. Recordemos el sistema: un Augusto para occidente y otro para oriente, cada uno de ellos con un Cesar asociado a cada Augusto e inmediatamente por debajo, teóricamente el sucesores de cada Augusto.

Cada uno de los dos Augustos se asociaba a un dios protector, así el Augusto de mayor rango, Diocleciano, se asociaba a Jupiter (Iovis) y el de menor rango, Maximiano, se asociaba a Hércules.

Así pues la legión de élite (o más propiamente comitatus) asociada a Diocleciano era la de los Iovani, mientras que a Maximiano se le asignaba la de los Herculani. La inscripción de esta fíbula nos viene a indicar que su dueño pertenecía a una prestigiosa unidad militar, a la de los herculani del Augusto Maximiano. En la fotografía no se observa el lado opuesto donde figura la segunda parte de la inscripción, «semper vincas», alusión honorifica alusiva al carácter victorioso del Augusto y su comitatus.

Inauguración de una fuente

Ex praecepto
Aviti et [Fau]stinae nn(ostrorum)
cisterna [fa]cta lata p(edes)
XII[I lo]n[ga p(edes) XV]I[I] alta p(edes) X c[a]pti m(odii) [((mille))] ((mille)) CXXV
***
Según mandato
de nuestros Avito y Faustina,
se hizo la cisterna de
13 pies de ancho, 17 de largo y 10 de alta, con una capacidad de 2.125 modios.
-Ficha del epígrafe: nº 15708-

Salimos del ámbito militar y pasamos a la trama urbana de Tarraco donde encontramos esta inscripción dedicada a los promotores de una cisterna. Esta inscripción se encuentra en el frontal de la fuente, decorada con la figura del dios Océano rodeado de peces e inserta en una tabula ansata dibujada, característica cartela con «asas».

Es un ejemplo claro de evergetismo, de promoción política y pública de personajes destacados que financian una construcción pública, en este caso una cisterna que da agua a la población. Los evergetas o promotores son Avito y Faustina de quien solo conocemos cognomen del varón y nomen de la mujer. Aún así, de este Avito tenemos noticias ya que es bastante probable que se trate de Caius Valerius Avitus, duovir de la Colonia de Tarraco en época de Antonino Pio (sobre el cursus honorum y cargos como el de duovir, recomendamos revisar La Tablilla de Cera: Descifrando Epígrafes romanos II: Cargos públicos.) que aparece mencionado en otras inscripciones de Tarraco.

La fórmula ex praecepto es habitual en este tipo de inscripciones de carácter evergético, indica el mandato de construir una obra pública, ya sea de carácter utilitario como esta cisterna o monumental como los numerosos casos de estatuas o arcos. El mandato implica también costear la obra, luego Avito y Faustina costean la construcción.

El punto más curioso de la inscripción son los datos relativos a la cisterna. Avito y Faustina quieren dejar constancia del tamaño de la cisterna que mandan construir: casi 4 metros de ancho, 5 metros de largo y casi 3 de alto. Además del pie romano, también tenemos la unidad de medida para el volumen, el modio, que en este caso corresponde a más de 18.000 litros de capacidad aunque los investigadores aumentan la cifra hasta los 57.000 litros de capacidad.

Por último observemos como el símbolo de infinito (∞) sirve para indicar el numeral 1.000.

Ático, fabricante de ánforas.

Glabrione et Homullo co(n)s(ulibus)
T(iti) Flavi Atici fi(glina)
R(ecensitum)
***
Siendo cónsules Glabrio y Homullo
En el taller de Tito Flavio Ático
R (marca de registro)

-Ficha del epígrafe: nº26614-

Tenemos aquí un ánfora de tipo Dressel 2-4 encontrada en el municipium de Segovia. La inscripción en este caso fue realizada con un cálamo y tinta negra (atramentum) y entra dentro de lo que llamamos títulus pictus (tituli picti en plural), es decir una marca comercial que, en este caso indica el año de fabricación y el taller del fabricante.

El año nos viene dado por datación consular ya que sabemos que el consulado de Marco Acilio Glabrio y Marco Valerio Homullo corresponde al año 152 d.C. bajo el gobierno del princeps Antonino Pío.

La palabra figlina nos habla de un taller de fabricación de ánforas (figulus = alfarero) y el dativo (terminación en -i) del nombre asociado (Atici), nos indica que el taller donde se fabrica el ánfora, pertenecía a Tito Flavio Ático.

Por último la letra R, exenta del resto del texto, se traduce por recenssitum y hace alusión al control administrativo del ánfora, lo que nos indica que el ánfora (y el resto del cargamento, entendemos) pasó por un control oficial antes de llegar a su destino. El historiador Emilio Rodríguez Almeida identifica esta R con la terminología jurídica y administrativa del siglo II, donde aparece un cargo menor del cursus honorum que vendría a ser un auditor del prefecto de la annona. Este auditor aparece en un monumento hallado en Sevilla en cuya inscripción epigráfica leemos:

…Ulpio Saturnino ad oleum afrum et hispanum recensendum
– Ulpio Saturnino, auditor del aceite de África e Hispania –

Por tanto, al ánfora se le puso el sello (títulus pictus) del taller para indicar el propietario como forma de promocionar su producto con una marca comercial (el taller de Ático) y después, en algún momento del trayecto hasta su destino final, paso control administrativo (recensendum) certificando así su contenido.

Para reflexionar

Para esta décima entrega hemos visto una serie de epígrafes basados en objetos con marca de propiedad. Un casco legionario que pasó por cuatro milites conocidos, una herramienta de trabajo adscrita a su legión, un broche de prestigio destinado a un comitatus de élite, la inscripción que da cuenta de la construcción y capacidad de una cisterna y un titulus pictus, una marca comercial en un ánfora. En todos estos ejemplos podemos encontrar paralelismos en la actualidad.

Así pues, la reflexión en este tipo de artículo siempre es la misma: ¿podríamos hacer el mismo ejercicio con epígrafes actuales?.

Para saber más: