El expolio de Tiermes sale barato

febrero 7, 2017 Escrito por: Tablilla De Cera - No hay comentarios

Enlace a la noticia: Diario de Soria: La Audiencia rebaja la pena de cárcel por expoliar Tiermes

Apenas unos días después de enterarnos de un nuevo derrumbe en el yacimiento de Pompeya (L’Huffington Post: Pompei, crolla muro della Casa del Citarista), esta vez en la Casa del Citarista (causado según algunos medios por una protesta de los sindicatos), que no parece haber transcendido a los medios españoles, nos llega una triste y ya habitual noticia para el patrimonio nacional: causar daño al patrimonio histórico nacional sale barato.

Pese a tener un marco judicial bastante completo mediante la Ley de Patrimonio (ley que ya hemos citado y adjuntado en varias ocasiones), el escaso interés de las administraciones y una constante delegación de la ley estatal en favor de las legislaciones de las Comunidades Autónomas (menos firmes y con más espacio para maniobras jurídicas y políticas), así como una visión de los expoliadores como «aventureros» por parte de medios de comunicación y ciudadanía en general (también citamos en su día la polémica entorno a famosos programas nacionales de pseudociencia), suele ser habitual que los escasos tribunales realmente concienciados acaben imponiendo sentencias de robo común en lugar de expolio al ser sentencias más duras (véase el caso del famoso Códice Calixtino).

Resulta triste para los que nos dedicamos de una forma u otra al patrimonio histórico y a la ciencia histórica, las lamentaciones de la sociedad respecto a las destrucciones que ocurren en otros países (como en el caso de la Pompeya italiana o la Palmira siria, que por supuesto son graves), pero no ocurra lo mismo cuando el expolio en yacimientos es una constante en nuestro país desde hace décadas. Recordemos que cuando en una pieza museística leemos las palabras «procedencia desconocida», esa pieza casi con total seguridad ha sido rescatada de una forma u otra del expolio y que su correcta interpretación (y la de su lugar de origen) nos resulta ya imposible de asegurar. Como hemos dicho en alguna ocasión, para el arqueólogo excavar significa destruir, por eso existe una metodología de trabajo concienzuda que incluye unas pautas rigurosas para excavar y un registro continuo de la excavación. Llegar con un detector de metales, cavar y sacar unos trozos de cerámica y metal como los de Tiermes no solo significa el robo de esas piezas, sino la destrucción de otros elementos muebles o constructivos y una posterior peor interpretación del yacimiento por parte de los profesionales.