Escritura en la Edad Media

junio 26, 2019 Escrito por: Tablilla De Cera - 1 comentario

En el artículo anterior hablamos sobre la formación de los lenguajes escritos repasando los sistemas de escritura usados durante la protohistoria y la historia antigua: desde los sistemas pictográficos a los alfabéticos, explicando el paso del dibujo-signo al signo lingüístico abstracto que tenemos hoy en día. Además comprendimos que la estructura de estos primeros sistemas de escritura suele ser mixta en la gran mayoría de casos. Los lenguajes escritos de la antigüedad no usaron únicamente el ideograma o el alfabético sino que encontramos sistemas como el Lineal A minoico o el jeroglífico egipcio que usan varios sistemas para expresar su idioma escrito (La Tablilla de Cera: Escritura en Protohostoria y Edad Antigua.).

Este mes continuamos con el repaso a la escritura, ya centrados en el sistema alfabético europeo tras el periodo de formación del periodo prerromano (aunque sin olvidar que tanto en el precolombino americano o en el Asia de dominio chino se usaban pictogramas e ideogramas). Así, daremos un repaso desde Roma hasta el Renacimiento sobre las distintas formas de redactar el alfabeto greco-fenicio que pasa al mundo romano, mostrando la evolución en los trazos de las letras y los signos gráficos la evolución del lenguaje en función a las necesidades del momento y a las influencias recibidas. Para los documentos que adjuntamos recomendamos ampliar la imagen e intentar el análisis paleográfico con ayuda de las líneas que transcribimos.

Comenzamos aportando unas breves notas sobre el caso romano, donde tenemos la idea general de una letra capital (mayúscula), ya sea con un trazo más redondeado o más cuadrado, que es la que aparece en las estelas funerarias, en los altares y en los monumentos que han llegado a nuestros días. Sin embargo suele pasar desapercibida la letra cursiva romana, que hasta finales del II d.C. es una copia de la letra capital (mayúscula) pero realizada mediante trazos ágiles y rápidos, le letra se tumba para escribir a mayor rapidez y por tanto el trazo capital acaba deformado, dando lugar ya en el siglo III d.C. a una cursiva nueva cuyos trazos ya no son una deformación de la letra capital, sino trazos que crean una nueva forma de dibujar las letras del alfabeto, inspirados y similares a los usados en la letra capital pero ya buscando una mayor versatilidad a la hora de escribir. Esta letra cursiva se usaba para tomar notas o con utilidad administrativa y burocrática, mayormente en soportes de escritura escritos (soporte en el que se pinta, frente a soportes inscritos donde se graba). 

El ejemplo que proponemos es una de las muchas cartas de los siglos I y II d.C. escritas sobre tablillas finas de madera conservadas en el yacimiento de Vindolanda, en el muro de Adriano. Aunque es complicado apreciarlo con detalle, se observa una cursiva cuyo modelo es la letra capital romana que conocemos de cualquier monumento. En este caso leemos:  

Letra cursiva romana antigua. Vindolanda.

Vittius Adiutor aqui-
lifer leg(ionis) · II Aug(ustae)
Cassio Saeculari fra-
terclo suo plurimam…

«Vittius Adiutor, aquiler de la legión II Augusta. A Cassio Saeculari, su hermano, muchas…»

Normalmente esta escritura cursiva -especialmente para la cursiva nueva a partir del siglo III- se daba en un nivel de enseñanza más allá del básico. La letra capital resultaba práctica a nivel social por ser fácilmente legible con unos mínimos conocimientos de lectura pero requería un mayor tiempo a la hora de escribir o inscribir los trazos.

A finales del periodo romano comienza a desarrollarse un nuevo tipo de letra que aunque parte de la cursiva romana, acaba sustituyendo a la letra capital clásica en los siglos V y VI d.C.. La caligrafía uncial redondeará los trazos de las letras escritos entre dos líneas paralelas horizontales (que luego se borran o que son imaginarias), distinción que nos sirve para identificar una caligrafía mayúsculas (dos líneas) y una minúscula (cuatro líneas). En paralelo a la uncial y con cierta polémica entre los paleografistas, encontramos la semiuncial, una escritura mucho más rápida y abigarrada aunque en ambos casos seguimos conservando unas letras definidas que nos recuerdan más a la letra capital romana que a la cursiva.

Prácticamente en paralelo a la letra uncial y semiuncial, en los siglos VI y VII d.C. en territorio galo se impone la letra merovingia para la cancillería regia y en último momento para la elaboración de códices (escritura libraria). Aunque no durará mucho tiempo es interesante observar como parte de la cursiva romana para convertirse, a diferencia de la uncial, en una letra minúscula donde se pierde la proporción y los trazos entre letras y palabras se unen mediante ligaduras. Al ser una letra usada para documentos se prima la rapidez de una escritura que no necesita levantar la pluma del papel para realizar espacios. Reproducimos a continuación un diploma del año 695 del rey Franco Childeberto III y adjuntamos la transcripción en latín de las tres primeras líneas.

Escritura merovingia. Año 695. Archivo nacional de París.

1.- Christus. Childeberthus, rex Francorum uiris inlustribus.
2.- Cum nos, in Dei nomine, Conpendium, in palacio nostro una cum nostris fidelibus resederemus
3.- ibique ueniens inluster uir Aigobertus, menesterialis noster, in  causa uenerabile uiro Haino-

La llegada al trono de Carlomagno a finales del año 768 supone cambios a nivel de escritura que hacen desaparecer los complejos trazos merovingios. Carlomagno, en su exitoso intento de renovatio imperii a imitación del primer intento justinianeo en Bizancio, lleva a cabo una serie de reformas que alcanzan a todos los niveles de la estructura imperial que está creando (en las navidades del año 800 se le otorga el título imperial). A pesar de ser practicamente iletrado es consciente de la importancia de tener una caligrafía propia, de éxito y universal, frente a la farragosa letra merovingia que podía verse relegada apenas al territorio franco ante el éxito de otras caligrafías como la visigótica, que es contemporánea.

Así, rodeado de personajes como Alcuino de York, uno de los principales intelectuales de la época que compartía su misma idea de volver al esplendor grecorromano pero bajo el paraguas del cristianismo y del trono de Aquisgrán, se lleva a cabo una reforma cultural que permita expandir el nuevo imperio no sólo a nivel militar. En este sentido, desde la corte palatina se impulsa la copia de manuscritos y códices y se elaboran nuevas versiones de la Biblia y otros textos de carácter litúrgico y todo ello bajo una nueva caligrafía, la letra carolina, un regreso a los últimos tiempos de la cursiva romana y el comienzo de las letras uncial y semiuncial. Los trazos frenéticos y las ligaduras de palabras y letras de la merovingia se detienen, se fijan una serie de abreviaturas claras y escasas y se forman unos signos lingüísticos redondeados separando las letras y las palabras para buscar una mejor y más fácil lectura que consiga llegar a más gente y no solo a los escribas de la administración imperial. Es una letra minúscula (cuatro renglones, recordemos) pero no se tumba como la cursiva ni se pierde la proporción de las letras como la merovingia. 

Su éxito alcanzó hasta el siglo XII con una serie de variantes en función de la región y de su uso. Por un lado las grafías del sur (Francia, norte de España y norte italiano) comparten rasgos distintivos frente a las del norte (Inglaterra, norte francés y Países Bajos) que comparten otros rasgos. El texto que presentamos y transcribimos (las tres primeras líneas) tiene un carácter jurídico y pertenece al siglo XI. Son unas indicaciones sobre la tramitación de un proceso judicial.

Minúscula carolina. Siglo IX.

1.-… honoris tui tempora contrahantur. Quapropter tuae permitto sententiae
2.- ut si uotiuo officio domus nostrae interesse desideras, administrationis la-
3.- -bore soluaris Sancto Lampadio germano tuo et ad spem processus et ad 

De igual forma a lo que ocurría en el imperio carolingio, en la Península Ibérica se desarrolla un sistema caligráfico propio, la letra visigótica que como veremos, comparte una serie de características con la carolina. La influencia de los visigodos y suevos de religión arriana trajo consigo el alfabeto ulfiano (atribuido a Ulfias obispo y misionero del siglo IV que se encargó de propagar el arrianismo entre los pueblos de ámbito godo), una mezcla de caracteres griegos y latinos con runas godas. Este tipo de escritura desaparece pronto en la península por su complejidad y por influencia de los hispanorromanos, que usaban caligrafías como la uncial y la semiuncial con influencia de la cursiva romana nueva.

A pesar del nombre que recibe, la letra visigotica no aparecerá hasta finales del periodo visigodo (siglo VIII, en paralelo a la aparición de la carolina) y recibirá unas últimas influencias árabes que podemos observar en la formación de las iniciales y los encabezados. De igual forma que la carolina, la visigoda será una letra de fácil lectura, que separa las palabras y las letras, con unas abreviaturas más o menos fijas aunque con un mayor número de ligaduras que para el caso carolingio. Además de las variantes regionales (aunque durante la primera etapa es un sistema muy uniforme), contamos con una visigoda redonda, una letra cuidada y de lenta ejecución y una visigoda cursiva, rápida y tumbada. El texto que nos sirve de ejemplo pertenece a este último caso, se trata de un documento de venta por parte de una serie de personajes (Valerio, Sobano, Galindon, pedro y Abodimio) de un monasterio y su territorio en Sahagún. Transcribimos las tres primeras líneas:

Visigótica cursiva. Año 955. Archivo Histórico Nacional.

1.- Christus. In Dei nomine. Nos nepti Sobani, Ualerius filius Ioanni, Sobanus et Galindoni et Petrus filius Flacino
2.-Abbodimius, filius Maximi, uobis domno Uizentius abba uel collegio fratrum Sanctorum Facundi et Primitibi in Domino
3.- Deo eternam salutem. Ideo placuit nobis iam superius nominatos et accessit uolumtas, promto animo

Tanto la carolina como la visigoda habían compartido una franja de territorio comprendida entre el norte del Ebro y el Mediodía Francés pero en el siglo XI, unos tres siglos después de la reforma de Carlomagno y por influencia de los frailes benedictinos de la Orden de Cluny, la letra carolina penetra con fuerza en la península y sustituye a la visigoda en el Concilio de León del año 1080, donde el futuro Santo Padre Pascual III, ordena escribir en carolina para el ámbito litúrgico. La visigoda pervive hasta el siglo XI en el mundo civil pero finalmente ambas caligrafías caen en desuso en el siglo XII para dar paso a la letra gótica.

A mediados del XII la letra carolina va cambiando sus trazos de forma casi imperceptible para dar lugar a la llamada letra gótica. No debe confundirse con el alfabeto ulfiano del que hemos hablado anteriormente ya que deriva únicamente de la exitosa letra carolina de Carlomagno. ¿Por qué se cambia una letra extendida con éxito por amplias zonas de la Europa atlántica, mediterránea y central? hasta este momento la escritura se escribía para documentos de la administración y para libros en los monasterios (litúrgicos y copias de textos antiguos o medievales) pero la aparición de las universidades supone una mayor demanda y variedad de libros, así como una cierta uniformidad a la hora de escribir estos libros. No es que la letra carolina o la visigoda fueran letras de complicada lectura, de hecho su intención era facilitar esa lectura, pero se necesita un tipo de letra más cuidada -por tanto, más lenta- donde se tenga en cuenta el ahorro de espacio en las páginas: al demandar más libros hay mayor necesidad de pergamino, así que se tiende a ahorrar evitando los altos y los bajos en exceso (letras que sobresalen por arriba o por abajo respecto a las líneas que sirven de renglón) y dejando menos espacio entre letras para conseguir meter la mayor cantidad de texto en la hoja. No obstante comprobaremos que es una caligrafía donde, fruto de ese cuidado al escribir, cada letra se distingue con claridad. Un aspecto curioso de esta caligrafía viene dada por los trazos gruesos que forman el vertical y horizontal de la letra mientras que el oblicuo de la misma se escribe con trazo fino dando un aspecto más anguloso respecto a la redondez de las caligrafías anteriores. Esto se debe al ligero cambio en el útil de escritura, la pluma, cuya punta se empieza a cortar en oblicuo hacia la izquierda para producir este efecto.

La gótica tiene su periodo de vigencia desde el siglo XIII al XV, aunque en Alemania, una de las variantes regionales la gótica fraktur («quebrada»), pervive hasta 1941 cuando es prohibida por decreto de Hitler.

A pesar del intento de uniformidad, si bien es cierto que se extendió rápidamente gracias a las universidades, la gótica presenta una serie de variantes dependiendo de su evolución en el tiempo, zona y sobretodo, uso específico. Encontramos dos grandes clasificaciones, la libraria y la documentaria según el uso y dentro de ambas, variantes como la bastarda, la gótica cursiva o la gótica cursiva aragonesa. El texto que nos sirve de ejemplo, una Crónica de Estoria de España de 1434, pertenece a la gótica libraria. En este caso transcribimos las seis primeras líneas de la columna izquierda:

Gótica libraria. Año 1434. Biblioteca Nacional de Madrid.

1.- Et el rey don Garçía hermano del rey don
2.- Ramiro. Ca este rey don Ramiro tanto fue
3.- de grant bondat e de grant mesura e tanto
4.- amaua al hermano que lo fizo su compa-
5.- -nero en el regno. Et fueron y presentes
6.- don Diego arçobispo de Cantabria e seys obispos

Hacia finales de la Edad Media, la letra gótica empieza a derivar en nuevos modelos caligráficos con los que terminaremos este periodo y comenzaremos, ya en el XVI, la Edad Moderna. En paralelo y según su función encontramos la letra cortesana y la procesal.

La cortesana tiene su origen en una de las variantes góticas que explicamos, la gótica cursiva de albalaes, usada especialmente en el XIII para documentos comunes de la Cancillería Real. Los trazos de la cortesana se redondean respecto a la gótica, en determinadas letras incluso presentan curvas pronunciadas que sobrepasan el renglón de escritura por encima de otras letras. La letra es minúscula y presenta más ligaduras entre palabras que en las caligrafías anteriores ya que estamos ante una letra propia para documentos, leída por escribanos de la corte y que, por tanto, no necesita el mayor grado de facilidad de lectura que presentan la visigótica, carolina o gótica. El texto que nos sirve de ejemplo es un Cédula del año 1500 de los Reyes Católicos al deán y cabildo de Toledo para la selección de predicadores adecuados para instruir a los nuevos cristianos tras el fin del Reino nazarí de Granada.

Letra cortesana. 24 de Octubre de 1500, Santa Fe; Granada.

1.- Venerables dean y cabildo de la yglesia de Toledo. Resçebimos vuestras letras e oymos lo que de
2.- vuestra parte nos habló el arçediano de Talauera, nuestro capellán mayor, e en seruiçio vos te-
3.- -nemos la voluntad que aveys mostrado para cumplir la paga del susidio e lo que

La procesal nace en paralelo a la letra cortesana y parece ser una deformación de ésta usada para el ámbito de la justicia y documentos notariales. Ya en la Edad Moderna sufrirá la influencia de la letra Humanística pero en esta primera fase resulta una letra de complicada lectura, muy rápida, con abreviaturas y con un menor respeto por las líneas de renglón, con altos y bajos de las letras que se tumban y que resultan aún más exagerados que en la letra cortesana. Reproducimos un texto de 1476, la resolución de los Reyes Católicos a una demanda sobre unas rentas reclamadas por el Marqués de Villena, Diego López Pacheco, a la villa de Iniesta. Transcribimos las seis primeras líneas del cuerpo del texto (no las anotaciones superiores)

Letra procesal. 21 de mayo de 1476, Valladolid. Archivo General de Simancas.

1.- Don Fernando e doña Ysabel etc. Por quanto
2.- por parte del conçejo, alcalldes, alguazyl, regidores, caualleros.
3.- escuderos, ofiçiales e omes buenos de la villa de Yniesta
4.- nos fue fecha relaçión dizyendo que don Juan Pacheco,
5.- maestre de Santiago en su vida, e después de su
6.- vida don Diego Lópes Pacheco, marqués de Villena,

La escritura humanística también surge a finales de la Edad Media, aunque podemos considerar que ya es una caligrafía propia de la Edad Moderna. Este tipo de letra marca un cambio respecto a su origen y elección. Si para los modelos anteriores teníamos un origen donde se buscaba la funcionalidad según el modelo imperante (si se necesita una letra más rápida o una más legible) y su «creación» venía dada o desde la Corte del monarca o desde la especialidad en la escritura (judicatura, cancillería y religiosidad), la letra humanística se desmarca de esta idea, es una letra intelectual propia de la vuelta al clasicismo imperante en el Renacimiento. Ya en XIV, Petrarca se quejaba amargamente de la gótica como una letra lujuriosa y de trazos artificiosos, «inventada para cualquier cosa menos para leer» pero serán los pensadores italianos Coluccio Salutati (1331-1406), canciller de Florencia y Poggio Bracciolini (1380-1459), secretario apostólico de Bonifacio IX y canciller en la Florencia de los Médici, quienes promuevan el cambio caligráfico. Ambos personajes volverán a usar la carolina al considerarla mucho más apta para comunicar y expresar frente a la artificiosa gótica, mucho más pictórica y decorativa como decía Petrarca. Recordemos que aunque son contemporáneas, tanto la procesal como la cortesana tienen un ámbito especifico fuera de la composición de obras literarias por dónde se movían Petrarca, Coluccio y Poggio. Pero no se quedarán ahí ya que se fijarán en los modelos romanos para convertir la carolina en la nueva letra humanística: se redondean los trazos y la letra capital romana se usa como modelo para las mayúsculas. Además se eliminan la mayoría de ligaduras entre palabras y se reducen las abreviaturas al mínimo. Los altos y bajos de las letras se estilizan y ya no se tumban como en la gótica. Un ejemplo de la claridad de lectura que supone la humanística lo encontramos en la siguiente documentación real de 1573 donde Felipe II autoriza a los frailes de San Lorenzo el Real, la venta, impresión e importación de libros litúrgicos. Reproducimos las cinco primeras líneas:

Letra humanística. 15 de julio de 1573. Archivo General de Simancas.

1.- Don Phelippe, por la graçia de Dios, rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Siçilias, de Jherusalen, de Nauarra,
2.- de Granada, de Toledo, de Valençia, de Galiçia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdena, de Córdoua, de Córcega, de
3.- Muçia, de Jaen, de los Algarues, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra
4.- firme del mar oçéano, conde de Barçelona, señor de Vizcaya y de Molina, duque de Atenas y Neo-
5.- -patria, conde de Rousellon y de Çerdania, marqués de Oristan y de Goziano, archiduque de Austia, duque

Con la letra humanística entraríamos en la Edad Moderna y llegamos al fin del artículo. Aún nos queda señalar el cambio que se produce a finales de la Edad Media, en los siglos XIII y XIV y que culmina en la Edad Moderna: A partir de la letra gótica observamos como el latín, que iba evolucionando desde el latín clásico romano hacia el latín vulgar de las regiones europeas, empieza a dar paso a una escritura cada vez más similar a nuestro idioma actual, que ya con la humanística del XVI nos resulta perfectamente comprensible.

Para reflexionar:

  1. ¿Conoces otros tipos de escritura europea para los periodos tardorromano y medieval?, ¿y modelos regionales en las islas británicas, Centroeuropa o la península ibérica?
  2. ¿Y a partir de la Edad Moderna?
  3. ¿Existe en la actualidad un único modelo uniforme de caligrafía con variantes por generación o región o existen varios tipos caligráficos?
  4. ¿Qué supuso en la nuestra sociedad actual la aparición del ordenador (PC) y los procesadores de texto a nivel de tipos de escritura?
  5. ¿Hasta qué supone una influencia -o no- la caligrafía para el avance de la lengua (del latín vulgar a los idiomas actuales)?
  6. ¿Qué idea general tenías acerca de la evolución de las letras desde el periodo romano?
  7. ¿Sabías que para el paso de un tipo de letra a otro podía llegar a ser determinante las reformas promovidas desde el sistema de gobierno de turno (el caso de Carlomagno y la carolina)?
  8. ¿Y del paso de un tipo de letra a otro promovido por los intelectuales?, ¿qué cambio supone el pensamiento humanista del Renacimiento para la escritura?, ¿podríamos decir que el cambio del tipo de letra por influencia de los intelectuales en lugar de por los especialistas o regidores se engloba dentro de los cambios que dan lugar a lo que hemos llamado Edad Moderna?

Para saber más: