El pecio de Ulu Burun: Reconstrucción de una empresa comercial en el siglo XIV a.C.

julio 2, 2016 Escrito por: Tablilla De Cera - 2 comentarios

Cuando uno presta atención a noticias relacionadas con hallazgos arqueológicos la impresión que queda en nuestra mente resulta ser la de algo difuso que han encontrado pero que, por lo general, no sabemos exactamente su utilidad o para qué sirve ni la importancia que tiene en el contexto general de la época a la que se adscribe. ¿Qué importancia tiene la excavación de los zócalos de unas viviendas iberas?, ¿qué información aportan los trozos fragmentados de una vasija campaniense y los restos humanos y materiales que hay dentro?, ¿qué nos explican los restos de tachuelas y piezas de armas en un campo cualquiera?. De tal forma que cuando vamos a un museo y observamos esa vasija reconstruida, esa espada doblada y oxidada o el dibujo de una casa ibera, lo más normal es que nos detengamos a observar la pieza pero no entendamos o no prestemos atención al conjunto que muchas veces no aparece o aparece breve y con terminología propiamente científica. Así como imaginamos inmediatamente lo que rodea a un televisor y el contexto en el que tiene uso, no tenemos la imagen de esa vasija en el que fuera su contexto habitual.

En este artículo vamos a centrarnos en esta idea: la información que es capaz de aportarnos un hallazgo en su contexto arqueológico y las conclusiones que podemos extraer y para ello nos vamos a centrar en el pecio de Ulu Burun, un barco sirio-cananeo hundido con su preciado cargamento frente a la costa de Turquía en pleno siglo XIV a.C.

Comencemos por el principio: llamamos pecio a los restos parciales o totales de una nave hundida en cualquier fecha histórica. Quizás el caso más conocido últimamente sea el del Nuestra Señora de las Mercedes, fragata de la armada española de 1786 hundida durante el enfrentamiento del convoy que transportaba la recaudación de las colonias contra los navíos de la armada británica. La época de las colonias americanas y la implicación del Nuevo Mundo en el devenir general de la Historia quizás sea la que nos aporta un mayor número de pecios famosos pero no es ni mucho menos exclusivo ya que contamos con pecios desde los primeros tiempos de la navegación hasta la II Guerra Mundial (las costas de Malta albergan numerosos pecios de esta época).

El pecio de Ulu Burun es hasta la fecha el más antiguo conocido, al menos en las magnificas condiciones que veremos más adelante. Su datación gira en las fechas finales del siglo XIV a.C. pero somos capaces de afinar mucho más mediante un estudio dendrocronológico. El método del carbono 14 quizás sea el más conocido para datar restos materiales o humanos (es usado también en el ámbito forense) pero la dendrocronología es otra de las formas más aceptadas y consiste en el análisis de los anillos del árbol, el último de ellos nos permite datar la fecha aproximada en el que fue cortado, siendo así que la madera de ébano que transportaba el barco nos señala los años 1318 a.C. y 1316 a.C..

Contexto internacional:

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Principales potencias según las cartas de Amarna. vía: wikipedia

Como las fechas siempre resultan frías y abstractas veamos el panorama internacional en el mediterráneo oriental a finales del siglo XIV a.C. En Egipto estamos ante los últimos monarcas de la Dinastía XVIII, Tutankamon -de gran fama por su tumba pero de escasa relevancia como monarca- acaba de morir (1327 a.C.), así como unos años antes Akenatón (1336 a.C.) y la gran reina consorte de Akenatón, Nefertiti (1330. a.C.). Gobierna en Egipto el general Horemheb tras suceder en pocos años al antiguo visir de Tutankamon, Ay, (padre de Nefertiti), tratando de devolver al Estado su estabilidad tras las fallidas reformas religiosas y sociales de Akenatón y a la vez recuperar las posesiones egipcias de la costa sirio-palestina ante el empuje Hitita. Estos mismos Hititas, bajo la dirección del rey Suppiluliuma I y después de su hijo Mursili II, se encuentran en plena expansión, derrotando y relegando tras una larga guerra al reino de Mittani y aprovechando la inestabilidad egipcia para arrebatar algunas plazas. Años después (1274 a.C.) las dos potencias chocarán en la conocida batalla de Qadesh. También entorno a estas fechas, en 1312 a.C., los Hititas nos hacen constar un eclipse de sol. Por otro lado, en el interior de Mesopotamia, asirios y babilonios libran una serie de guerras fronterizas pero su capacidad militar y diplomática no se acerca a la de las grandes potencias de Egipto y Hatti. Mittani por su parte, que años antes había logrado competir con las grandes potencias, se encuentra en franca decadencia: primero como protectorado hitita de la corte de Suppiluliuma I y después bajo la teórica protección de los asirios hasta su final con Shattuara II que cae derrotado ante el rey asirio Salmansar I.

El caso chipriota es curioso: aparece en las fuentes (las llamadas cartas de el-Amarna son nuestra principal fuente sobre diplomacia oriental en esta época) como Alashiya, reino de escaso potencial militar pero tan rico en materias primas (cobre principalmente) que es capaz de mantener cierta independencia ante el resto de potencias. Teórico protectorado hittita pero aparece tratando comercialmente tanto con Egipto como con Hatti y otros Estados de forma independiente.

Grecia vive a finales del periodo Micénico (tradicionalmente asociado a la guerra de Troya) con importantes centros de poder como la propia Micenas, Tirinto y Pilos, todos ellos sucesores de los grandes centros palaciales de Creta bajo el periodo Minoíco. Estos griegos continentales (micénicos) entran en contacto con los centros palaciales cretenses (minóicos) y adaptan el modelo a la Grecia continental mientras que los cretenses son destruidos de forma violenta o natural (hay algunos movimientos sísmicos asociados a esta época) a excepción de Cnossos que será el único palacio cretense reconstruido eso sí, bajo patrones arquitectónicos micénicos y no minóicos.

Por último las ciudades-estado fenicias aun no son importantes a nivel internacional. Tendremos que esperar un siglo para ver su autonomía y su importancia en el panorama internacional como principal potencia comercial y colonizadora del mediterráneo. Se encuentran sometidas a los diferentes pueblos que acabamos de mencionar (egipcios, hittitas, mitanios y otros pueblos menores generalmente dependientes de los primeros). Por ahora forman parte de los numerosos pueblos cananeos.

El barco:

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Pecio de Ulu Burun

Nuestro protagonista tenía una longitud de 15 o 16 metros de eslora, una capacidad de carga de 20 toneladas y estaba fabricado con madera de cedro. Dada esta configuración podemos asegurar que se trata de una nave de cabotaje, más propia para ir bordeando las costas y fondeando de puerto en puerto y no una nave de navegación de ultramar cuya capacidad podía alcanzar más de 250 toneladas (hay autores que cifran la capacidad de los grandes buques del periodo en 450 toneladas). La madera de cedro nos remite a los bosques del Libano, famosos por esta materia prima de calidad como podemos observar años después en los datos que aporta el Libro de los Reyes del Antiguo testamento:

<<Después envió Salomón a decir a Hiram, rey de Tiro: «Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para que se construyera una casa en que habitar. […] Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano. […] Para tus siervos, los que trabajen cortando la madera, daré veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino y veinte mil batos de aceite.«
Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: «[…] Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y la cebada, el aceite y el vino de que ha hablado; y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la llevaremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú harás que la suban hasta Jerusalén.»>>
(1 R 5.1-18; 7.13-14)

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Reconstrucción del interior del barco y disposición de su carga. Museo de arqueología submarina de Bodrum (Turquía).

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A caja y espiga. vía: wikipedia

El barco constaba de un único palo y se ayudaba de al menos un par de remos de 1’7 m. de longitud y 7 cm. de grosor para dirigir la nave, un sistema de unas 24 anclas de piedra equilibraba el lastre (entre 120-210 kg.) y dos anclas menores (16-21kg.) servían presuntamente para amarrarlo, algunas de estas anclas parecen haber sido repuestas en alguna parada de la ruta. Presenta una construcción típica en los barcos de la antigüedad, desde los griegos a los fenicio-púnicos y a las copias de estos en la armada romana. Los tablones se insertan unos con otros mediante el sistema que llamamos «a caja y espiga» que podemos apreciar en la imagen. La espiga se insertaba en la caja o mortaja y se aseguraban ambas mediante una clavija. Algo que también encontramos en el pecio del barco son espigas y palos, que servían principalmente para segurar la carga, así como ayudar a tapar las juntas.

El pecio fue encontrado en las costas de la antigua localidad de Ulu Burun (de ahí el nombre), hoy situada en la zona de Kaç, cerca del golfo de Antalya (más o menos en el centro de la costa mediterránea turca). Más adelante veremos la posible ruta según las características del barco y la carga.

Cargamento:

El punto más interesante de nuestro navío es la carga que transportaba que como veremos era muy variada lo que excluye un comercio propio de materias primas para la construcción de algo concreto como en el caso de la madera para el Templo de Salomón o bienes de primera necesidad del Estado como el pago que recibe Hiram de Tiro. No parece sin embargo la carga de un mercader o empresa comercial comprando y vendiendo en cada puerto. Una vez vista la carga abordaremos el asunto del destinatario.

  • Al menos 12 planchas o vigas de Ébano para construcción de mobiliario. (1)
  • Cerca de 10 toneladas de lingotes de cobre (254 encontrados, 24 kg. cada uno) con forma típica de «oxhide-shape» (forma de cuero de buey extendido). Esta característica forma permitía su transporte a hombros mediante las asas de los extremos. (2)
  • Unos 121 pequeños lingotes de cobre (6 kg. cada uno) con forma de disco («bun-shape»)
  • 40 lingotes de estaño (29 kg) con muy pocos restos de plomo. Tanto en formato «bun-shape» como «oxhide-shape». (3)
  • 175 lingotes de vidrio (entre 1 y 3 kg.) en forma de cono truncado de diversos colores. (4)
  • Al menos 41 cuentas de ámbar. (5)
  • Marfil para mobiliario y joyas: un colmillo de elefante (6) y 14 piezas dentales de hipopótamo.
  • Caparazones de tortuga para la fabricación de instrumentos musicales. (7)
  • Vasijas: lámparas de aceite, cuencos de fayenza, pithoi chipriotas (8), calderos de bronce y cobre, un cáliz de oro, platos, tazas y un pocillo de estaño.
  • Recipientes para medicinas, cosméticos o tintes: huevos de avestruz (3) y conchas de murex. (9)
  • Probable lana teñida en azul y púrpura (escasos restos). (10)
  • Joyas en oro entre las que destacan un escarabajo con el nombre en jeroglífico de la reina Nefertiti (11).  Cuentas de vidrio, ágata, cuarzo y otros materiales de joyería.
  • Productos para la fabricación de perfumes: hasta una tonelada de resina de terebinto (o cornicabra) (12), especias y frutos (de hecho Ulu Burun es la mayor colección de frutos de la antigüedad)
  • Armas: seis puntas de lanza, dos de ellas características de centroeuropa o los Alpes, una espada italiana, dos micénicas y una cananea, diversas dagas y puntas de flecha. Una cabeza de maza o de cetro característica de Bulgaria o Rumanía
  • 3 balanzas y 149 pesas de diversas formas, tamaños y pesos.  Se distinguen al menos cuatro tipos de medidas: peyem (pesas de 7’4 gramos), babilonio (8’3 g.) sirio (9’3 g.) y sirio necef (10’7 g.), que corresponderían a unos 7 juegos de pesas. El sistema sirio de 9’3 gramos era el más usado y equivalía, en términos monetarios, a 1 shekel sirio-palestino o a 1 qedet egipcio. Citamos también en este apartado pequeños fragmentos rotos («lump») de oro y plata para transacciones comerciales que solían transportarse en pequeños lingotes fabricados con poco grosor para poder romperlos fácilmente según la necesidad del pago.
  • Herramientas especializadas para la reparación del barco en bronce: lezna, taladros, punzón, hacha, cincel, sierra y azuela.
  • Herramientas especializadas para las tareas de marinería: redes y plomadas, anzuelos, agujas y hasta un tridente.
  • Dos tablillas de cera para escritura.
  • Otros objetos personales de la tripulación
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Mercancías transportadas en el barco. Los números están citados en la descripción de la carga.

Como hemos dicho, observamos que la carga del barco es muy variada: diversos tipos de metal, madera, objetos de lujo (desde joyas a instrumentos musicales, así como materias primas para su fabricación), vidrio y elementos especializados de los tripulantes.

Reconstruyendo la empresa comercial

Llegado a este punto, ¿qué conclusiones podemos sacar según los objetos encontrados en contraste con lo que sabemos por las fuentes históricas?

Podemos determinar con cierta precisión el origen de la mayoría de la carga que transportaba y conociendo las características del navío -un barco de cabotaje- parece claro que la zona de trabajo es el mediterráneo oriental (Grecia, Egipto, Anatolia y costa sirio-palestina) ya que la procedencia de las materias es exclusiva de este ámbito salvo en un par de discutibles casos que veremos en breve. Toda la zona mediterránea oriental está presente en la carga del barco: El ébano es característico de los bosques del Líbano como ya hemos dicho, el vidrio aparece mencionado en las cartas de el-Amarna en Egipto (cuyo nombre era Ajetatón por ser la corte de Akenatón) como un producto manufacturado en el país del Nilo pero cuya materia prima llegaba en envíos habituales desde el levante y el interior mesopotámico (según la cualidad -color- del cristal, en el caso de Ulu Burun, encontramos todas las cualidades habituales). Los productos aromáticos son característicos del mediterráneo oriental: la resina de cornicabra procede de un arbusto común en esta parte del mediterráneo, Grecia y Anatolia sobretodo, que hoy en día también encontramos en Canarias y Marruecos y los frutos encontrados proceden del olivo, almendro, higo, roble, azafrán, comino… Los productos manufacturados, tanto joyería como vasijas son característicos o bien del ámbito egipcio o bien del mesopotámico-cananeo. Marfil y huevos de avestruz comercializados principalmente por el ámbito comercial egipcio desde Libia o Nubia. El murex es un molusco característico del mediterráneo del que se producía principalmente la famosa púrpura de Tiro, aunque hoy en día la biología marina prefiere el término haustellum para esta variedad tan característica y comercializada en la antigüedad y murex para la del índico-pacífico.

Tan solo hay dos productos que provienen de otras regiones:
Por un lado el ámbar; debido a su calidad suponemos que fue traído desde el Báltico por ruta terrestre y comercializado desde el golfo veneciano y la costa de los Balcanes. El estaño también nos llama poderosamente la atención debido a la poca cantidad de plomo que contiene lo cual hace que podamos estrechar la búsqueda entre los principales filones de este material en el mundo antiguo. Se barajan varias posibilidades: los Montes Tauro, en Anatolia quedarían dentro del área de influencia pero también podrían traerse desde Afganistán o, quizás incluso desde Tartessos. Las fuentes hablan de la fundación de Gadir (Cádiz) por los fenicios en el siglo XI a.C. aunque los restos más antiguos encontrados son por ahora del IX a.C., por lo que retrasar tres siglos (estamos en el XIV a.C. recordemos) el comercio minero entre occidente y oriente no parece la posibilidad más clara, no obstante el debate continua vigente y sabemos que los tres casos son fuentes de estaño con baja proporción de plomo. En cualquier caso, tanto el ámbar como el estaño nos permiten una amplitud de miras sobre el comercio a larga escala en una época tan remota.

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Vaso de los guerreros (1200 a.C.). Museo Arqueológico Nacional de Atenas

Existe sin embargo un lugar dentro del ámbito geográfico en el que nos estamos moviendo que no está presente en la carga de nuestro barco. Si hacemos un repaso de los productos y su procedencia rápidamente nos damos cuenta de la gran laguna que supone el mundo griego. Hay una ausencia total de la excelente cerámica micénica del periodo (recordemos el famoso vaso de los guerreros), cerámica cuyos restos encontramos a lo largo de todo el mediterráneo. La causa de esta ausencia es precisamente la pista que nos lleva a determinar el destino final de la nave: alguno de los centros palaciales micénicos, probablemente Cnossos, Micenas o Kommos, que ejercían como centro de recepción de mercancías desde el que distribuir a las diversas élites territoriales. Debemos tener en cuenta o recordar que no podemos entender a los palacios minóicos o micénicos como la Corte del rey, domicilio de la familia real y lugar de recepción de la nobleza o de las delegaciones extranjeras. Por contra los palacios minóicos y micénicos ejercen como grandes almacenes del Estado y lugar de trabajo del funcionariado estatal por lo que las mercancías llegaban a estros centros de poder y eran distribuidas o almacenadas según necesidad por el territorio circundante y centros urbanos menores.

A través de los objetos que entendemos que no forman parte de la carga del barco podemos deducir datos sobre la tripulación. Nos referimos ahora a aquellos objetos cuyo número y tipo no son suficientes para entender un cargamento de ese tipo de objetos: cuatro espadas o tres balanzas no forman un cargamento teniendo 10 toneladas en cobre o 12 vigas de ébano por otro lado.

La mayoría de estos objetos son cananeos o sirios por lo que la mayor parte de la tripulación parece oriunda de la costa sirio-palestina a la que hacemos constante referencia. Prueba de esto puede ser una estatuilla femenina en bronce chapada en oro, que actuaría como divinidad protectora del navío. Ya vimos como los pesos de las balanzas cubren los principales sistemas de medida levantinos y de igual forma la tipología de elementos del barco como las anclas o las lámparas de aceite nos sugieren una procedencia claramente propia del levante.

No obstante, la tripulación podría contar con algunos marinos extranjeros si nos detenemos en el armamento: Por un lado las dos espadas micénicas podrían representar a sendos tripulantes egeos (aunque esta variedad de armamento se extiende por la periferia del mundo griego). La presencia de una tipología de armamento propia de centroeuropa (maza de piedra, algunas lanzas y quizás la espada italiana) puede sugerir la presencia de tripulantes de la periferia griega.

Esto nos indica la curiosa situación de un barco presumiblemente sirio-cananeo en su mayoría pero cuyo «personal de seguridad» procede en su mayoría de Grecia y su periferia (Rumanía o Bulgaria). ¿Que hay de la jefatura del barco? no sabemos si el mando del barco era privado o estatal y no tenemos pistas. Hay autores que vinculan el envío del cobre con una misión diplomática que figura en las cartas de el-Amarna, un envío de cobre (200 talentos de cobre) desde Alashiya (Chipre) a Egipto pero la hipótesis no ha podido ser probada y la mayoría de historiadores se inclinan por la ruta que estamos comentando. No obstante, no podemos descartar del todo la misión diplomática y negar un comercio a nivel interestatal: La carga es lo suficientemente relevante como para descartar una empresa privada por lo que quizás se trate de una misión comercial de relevancia al mando de algún tipo de funcionariado competente en mercadeo. Esta hipótesis viene apoyada por por los 7 juegos de pesas de medición, con cuatro sistemas de medida de relevancia y las tres balanzas (¿tres mercaderes estatales?). Contamos también con la presencia de sendos marcos de tablillas de cera, que dan constancia de un registro minucioso de la mercancía y quizás de las incidencias del viaje.

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Mapa hipotético de la ruta y procedencia de mercancías del barco. Vía: maritimehistorypodcast.com

Siendo así y ya terminando, algunos historiadores se aventuran a proponer una misión comercial de cierta relevancia que pudo partir desde el norte levantino, probablemente desde Minet-el-Beida, el puerto natural de una las ciudades más relevantes a nivel comercial del mediterráneo oriental en los siglos por los que nos estamos moviendo: Ugarit, famosa por las cerca de 500 tablillas escritas en alfabeto ugarítico donde encontramos tanto textos comerciales como religiosos (una de las fuentes principales para los «Mitos prestados» (La Tablilla de Cera, abril de 2016) que vimos en el citado artículo), que recibía buena parte del comercio mesopotámico del interior y tenía lazos diplomáticos, primero con Egipto y luego con Hatti, además de estrechas relaciones comerciales con Alashiya. El barco partiría desde Minet-el-Beida hasta la isla chipriota (Alashiya) para continuar hacia Cnosos (en Creta) o Micenas (u otro palacio) en el Grecia continental. Desgraciadamente para la tripulación y afortunadamente para nosotros, esta última parte del viaje no terminó bien. Una vez descargada la carga en algún puerto micénico, se presupone en virtud a las rutas comerciales habituales del periodo, que el barco tomaría rumbo sur hacia Egipto para bordear luego toda la costa cananea de vuelta a Ugarit.

Para reflexionar:

  1. A través de una serie de piezas encontradas en el lecho del mar hemos sido capaces de reconstruir la ruta de un barco, su carga, su finalidad y algunos datos sobre los tripulantes. ¿es esta la forma habitual de presentarnos unas piezas arqueológicas?
  2. Insistiendo en ello: Cuando vamos al museo… ¿tenemos la imagen de la pieza en su contexto en nuestra mente?, ¿somos conscientes de la finalidad del zócalo de una vivienda en un yacimiento?
  3. ¿Tenemos ahora la imagen del barco de Ulu Burun navegando con su tripulación?, ¿habríamos tenido la misma imagen solo con ver, por ejemplo, la imagen de los lingotes del pecio?
  4. ¿Somos conscientes de la amplitud del comercio en el siglo XIV a.C. que era capaz de comerciar con el Báltico o Afganistán?
  5. ¿Conocemos la estructura comercial de los pueblos del siglo XIV a.C. (los centros palaciales, el funcionariado, los sistemas de medidas)?
  6. La imagen de portada de este articulo es una reconstrucción actual del barco. Así era nuestro protagonista.

Para saber más:

  • En Maritimehistorypodcast.com tenemos una serie de imágenes sobre los restos del pecio de Ulu Burun y el del Cabo Gelidonya y parte de la carga, así como un podcast sobre el descubirmiento. (En inglés)
  • Las referencias bibliográficas que hemos obviado por no abrumar con nombres de investigadores se pueden encontrar aquí, tratando el pecio de Ulu Burun detenidamente: Gestoso Singer, Graciela N.; El barco naufragado en Ulu Burun y el intercambio de bienes en el mediterráneo oriental. Revista Davar Logos nº7 (2007)
  • Para ver ejemplos de las cartas de Amarna y las relaciones comerciales, políticas y religiosas del periodo en el mediterráneo oriental no queda sino citar el magnifico trabajo de Liverani. Liverani, M; Relaciones internacionales en el próximo oriente antiguo, 1600-1100 a.C. Editorial Bellaterra, 2003
  • Para conocer la importancia de Ugarit: Biblioteca en línea Watchtower: Ugarit, antigua ciudad a la sombra de Baal.